La apnea del sueño es un trastorno que genera interrupciones momentáneas y constantes en la respiración mientras la persona está durmiendo. Esta anomalía llega a influir negativamente en la calidad del sueño de la persona que la padece, y también afecta notablemente a quienes hacen vida alrededor del afectado, ya que uno de los síntomas más relevantes y molestos de la apnea del sueño son los ronquidos sonoros.
Pero no hay de qué preocuparse. ¡Este trastorno del sueño tiene solución!
A continuación, te contaremos qué les ocurre a las personas que padecen el síndrome de apneas e hipopneas en el sueño (SAHS), resaltando en primer lugar que la apnea del sueño implica el cierre total de las vías respiratorias, mientras que la hipopnea es un cierre parcial.
¿Cómo se clasifica la apnea del sueño?
El SAHS se clasifica en dos tipos:
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Apnea obstructiva del sueño
Es la tipología más común. La persona con apnea obstructiva del sueño tiende a experimentar numerosas pausas en su respiración con una duración mínima de 10 segundos mientras duermen.
Esto ocurre porque las vías respiratorias se vuelven estrechas o se bloquean totalmente, impidiendo que llegue la cantidad suficiente de aire hacia los pulmones. Es así como el poco oxígeno que logra penetrar lo hace difícilmente, generando que la persona ronque.
Cuando ocurre la interrupción del paso de aire a los pulmones, se produce una baja en la concentración de oxígeno e inconscientemente la persona afectada se despierta e interrumpe su sueño para despejar las vías respiratorias. Cuando se da el intento repentino de respirar se origina como consecuencia un sonido parecido al que hace una persona al atragantarse.
Las fases del sueño son cambiantes y estas situaciones ocurren en las etapas más profundas del sueño; la respiración se normaliza cuando el sueño es muy ligero, manteniendo de esta manera el ciclo respiratorio hasta que se origine el nuevo episodio de apnea.
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Apnea del sueño central
Se manifiesta cuando el origen del trastorno se ubica en el cerebro, ya que este no envía las órdenes propias a los músculos para el proceso respiratorio. Se descarta así que la anomalía sea por obstrucción en las vías.
La apnea del sueño central la experimentan generalmente las personas con enfermedades cardíacas, que padecen de tumores o infecciones en el cerebro.
¿Quiénes son los más afectados por este trastorno?
Según datos otorgados por el Consenso Nacional sobre el SAHS de España en 2019, la apnea del sueño es una enfermedad del sueño frecuente y de padecimiento común.
Afecta a una parte considerable de la población española, la cual se sitúa entre el 4 % y el 6 % de los hombres, y entre el 2 % y el 4 % de mujeres en edad media, lo que corresponde prácticamente a casi dos millones de personas en toda España.
A medida que la persona va envejeciendo, la apnea del sueño se manifiesta con mayor regularidad, aunque no se puede descartar la aparición de apnea infantil. Es así como se refleja que en mayores de 65 años esta enfermedad llega a alcanzar alrededor de un 25 % de la población.
La apnea del sueño en bebés y niños es mucho menos frecuente, siendo un mínimo porcentaje de afectación, entre el 1 % y el 3 %. Es conveniente saber que existe una variante conocida como apnea del recién nacido, para la cual es recomendable hacer el seguimiento con un pediatra.
¿Cómo se diagnostica la apnea del sueño?
Hasta hace un tiempo la única manera que había de realizar un diagnóstico preciso de la apnea era la aplicación de un estudio del sueño llevado a cabo en centros médicos especializados en neumología. Sin embargo, la prueba más aplicada en la actualidad se llama polisomnografía nocturna, que consiste en el registro de distintas variables para llegar a conocer la calidad del sueño. Aun así, el paciente tiene la opción de someterse a otros estudios más simples, como la poligrafía respiratoria.
¿Qué relación tienen la apnea del sueño y la salud dental?
Según estudios publicados por el Instituto Europeo del Sueño en Madrid en 2016, se han detectado nuevas maneras de diagnosticar adecuadamente la apnea del sueño. El dentista es una parte clave en esta labor, ya que puede convertirse en el primer filtro que logre diagnosticar un trastorno de sueño en sus pacientes.
En los mencionados estudios, se analizó el sueño de 30 pacientes y se pudo detectar una asociación bastante significativa entre el tipo de gravedad de la apnea y el proceso de desgaste de las piezas dentales.
Esta no es la única prueba que confirma que el estado dental puede servir de herramienta en la identificación de pacientes en riesgo real de padecer trastornos del sueño. Un segundo estudio realizado por la misma institución en 2019 confirma esta relación muy cercana entre la apnea del sueño y la salud bucal. El mismo agrega que el desgaste dental no solo se asocia con esta enfermedad del sueño, sino además con la sequedad bucal -xerostomía- y con el bruxismo.
¿Cuáles son los síntomas de la apnea?
La apnea del sueño se puede considerar un trastorno crónico. Los conocidos ronquidos son solo uno de los síntomas más conocidos, además de los que mencionamos a continuación:
- Levantarse con cansancio por la mañana.
- Despertarse a media noche con sensación de ahogo.
- Somnolencia en el día.
- Manifestar mal humor e irritabilidad.
- Dormirse fácilmente en periodos de inactividad.
- Frecuentes dolores de cabeza y falta de concentración.
- Problemas de memoria.
¿Cuáles son los factores de riesgo para el desarrollo del SAHS?
Podemos determinar que los factores de riesgo de padecer apnea del sueño son:
- Obesidad y sobrepeso.
- Antecedentes familiares de apnea del sueño.
- Sufrir de sinusitis o tabique desviado.
- Dormir boca arriba.
- Ingesta frecuente de alcohol o medicamentos que relajan los músculos faciales.
- Sedentarismo y tabaquismo.
Tratamientos contra la apnea obstructiva del sueño
Actualmente, se llevan a cabo dos tipos de tratamientos contra la apnea:
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Orthoapnea
Este tratamiento se aplica para combatir la apnea del sueño cuando se manifiesta levemente y con casos moderados. Consiste en un aparato intraoral compuesto de dos férulas unidas entre sí con un tornillo; este dispositivo ayuda al adelantamiento del maxilar y facilita el paso del aire sin problemas. Así se normaliza el ciclo respiratorio y contribuye a disminuir esos molestos ronquidos a medianoche.
Ya que el fin de Orthoapnea es optimizar el sueño reparador, el mismo puede ser confeccionado a la medida de cada paciente para que le resulte cómodo, permitiendo a su vez total libertad de movimientos, y también para hablar y beber líquidos.
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Presión positiva continua en las vías respiratorias
Se conoce más por CPAP, que son sus siglas en inglés. Esta máquina se emplea en los casos más severos y críticos de apnea.
El CPAP nocturno trabaja suministrando al paciente oxígeno constantemente, obligando a las vías respiratorias a que se mantengan abiertas. Una vez que se ha prescrito, la persona debe usarlo todas las noches en el momento de acostarse.
Puede ser que a la persona le cueste adaptarse a esta tecnología, ya que emite ruidos molestos y provoca que el paciente sienta una entrada frecuente de aire, ocasionando incomodidad para dormir con él.
Sin embargo, si el caso de gravedad de apnea lo requiere, el uso de este mecanismo debe ser lo más seguido posible, ya que la falta de aire prolongada es muy peligrosa.
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