La mordida cruzada es, sin duda, la más común de todas las maloclusiones dentales existentes. Además de influir en la estética, supone complicaciones en acciones cotidianas y vitales como masticar los alimentos, además de ocasionar daños importantes en las encías y en la dentadura.
La mordida cruzada, también conocida como mordida invertida, es fuente de serias molestias. El mejor momento para tratarla es a los 6 años, cuando el niño está en pleno proceso de crecimiento, para así evitar futuros problemas mandibulares.
Te invitamos a seguir conociendo más sobre este problema en este artículo de la Clínica Dental Ramis Gandía. Obtendrás información muy interesante y útil.
¿Qué es la mordida cruzada?
Nos referimos a mordida cruzada cuando existe una relación incorrecta entre los huesos maxilares, esto es, el maxilar superior y la mandíbula y el encaje de los dientes.
Esta manera incorrecta de oclusión produce que las piezas dentales superiores se sitúen por detrás de las piezas dentales inferiores, generando un desnivel notable en la mordida.
Las personas que padecen de mordida cruzada se caracterizan por presentar un paladar ojival o estrecho, es decir, con una estructura ósea que debe ser ensanchada.
¿Qué consecuencias tiene la mordida cruzada?
Esta maloclusión tiene varias consecuencias dañinas para la salud dental, entre ellas destacamos la dificultad al morder y masticar los alimentos, debido a que los dientes no tienen la fuerza adecuada para realizar dichas acciones.
Esto trae como resultado que las piezas adyacentes y las encías sean susceptibles de sufrir daños severos.
¿Cuáles son los tipos de mordida cruzada que existen?
Lamentablemente no existe una sola clase de mordida cruzada, por lo que se hace una clasificación en función del sector bucal donde se ubica la malformación. A continuación las especificamos detalladamente:
- Mordida cruzada anterior: afecta directamente a la parte delantera de la boca.
- Mordida cruzada posterior: se genera en la zona trasera de la cavidad oral.
- Mordida cruzada unilateral: afecta solamente a un lado de la boca, bien sea el derecho o el izquierdo. Esto produce una notable asimetría en la cara y dolores en la articulación de la boca.
- Mordida cruzada bilateral: se manifiesta a ambos lados de la mandíbula.
Es importante señalar que la mordida cruzada, sea del tipo que sea, también se puede categorizar según su origen. Podemos hablar del crecimiento de los huesos o del de las piezas dentales a partir de:
- Origen esquelético: aquí observamos que el maxilar superior no se ha desarrollado adecuadamente y es más pequeño que la mandíbula.
- Mordida cruzada dental: los huesos tienen su tamaño normal, pero la dentadura tiene una posición inadecuada.
- Mordida invertida mixta: en este caso observamos que ni los huesos han tenido un crecimiento proporcionado, ni los dientes han crecido de manera correcta.
¿Cuáles son las causas de la mordida cruzada?
Como hemos explicado anteriormente, la mordida cruzada tiene su origen en varios motivos. Podríamos decir que lo más destacable es el mal desarrollo óseo, porque los dientes de ambas arcadas no tienen contacto o no ocluyen como debiera ser.
En algunas ocasiones es difícil determinar el origen real de este tipo de maloclusión, ya que las alteraciones en el proceso de crecimiento de los huesos y dientes puede deberse a diferentes factores tales como:
Influencia genética
En la mordida cruzada el componente genético tiene un gran peso en su aparición, predominando claramente en varias dolencias de la salud bucodental.
Malos hábitos cotidianos
Igualmente, nuestra forma de vida y costumbres pueden llegar a tener influencia en el correcto desarrollo y crecimiento de los huesos mandibulares y dientes.
Los malos hábitos dentales que pueden darse en la niñez y en la adultez tienen también relación con la mordida cruzada, podemos mencionar la succión del dedo pulgar por parte de los bebés o colocar la lengua en posiciones inadecuadas, como presionar con ella los dientes sin darnos cuenta.
¿Cuál es la mejor edad para tratar la mordida cruzada?
Así como todas las demás maloclusiones, la mordida cruzada se atiende con mayor facilidad y efectividad durante la infancia, en el momento en que el desarrollo maxilar no ha concluido del todo.
Es por esta razón que los ortodoncistas recomiendan llevar a los niños pequeños a consulta al cumplir 6 años de edad. Pero en caso de que los padres observen anomalías en el crecimiento o hábitos perjudiciales para su desarrollo como los antes mencionados, es mejor adelantar la primera cita del niño con el ortodoncista.
¿Qué tratamiento se recomienda contra la mordida cruzada?
Para obtener el diagnóstico referente a esta maloclusión se debe acudir a un ortodoncista especializado. El tratamiento variará en función de la etapa en la cual es detectada la maloclusión:
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Durante el crecimiento
Es preferible que la mordida cruzada en niños sea detectada en plena fase de crecimiento, esto es en la edad comprendida entre los 6 y 12 años.
En este caso mencionado, la resolución del problema pasa por un tratamiento de ortodoncia interceptiva. Se trata de un tipo de aparatología que debe guiar el correcto crecimiento de las bases óseas mandibulares y maxilares.
Concretamente, la mordida cruzada en los niños se trata con el disyuntor de Mc Namara, el cual es llamado también disyuntor de dos bandas. Su función es la de expandir el maxilar superior y ensanchar el paladar.
Realizar estos cambios durante el crecimiento se puede considerar fácil gracias a que los huesos de la cara están en pleno proceso de formación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la fuerza aplicada también ha de estar muy controlada, ya que debemos evitar alteraciones inadecuadas que resultan todavía más difíciles de corregir con el paso del tiempo.
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En adolescentes y adultos
La situación se vuelve más compleja en el momento de diagnosticar la mordida cruzada en edades más avanzadas, puesto que una vez que los huesos de la cara han culminado su crecimiento se hace imposible moldearlos.
De esta manera, el ortodoncista debe evaluar el grado de gravedad de la mordida cruzada y las consecuencias que se podrían presentar en cada paciente.
Tras estudiar detenidamente el caso, el especialista procederá a determinar el tratamiento más apropiado.
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Ortodoncia fija o removible
Si se logra determinar el origen dentario de la mordida cruzada, entonces se puede abordar el problema a través de aparatos de ortodoncia.
El paciente tiene la opción de elegir entre varios tipos de ortodoncia: bien sean los brackets metálicos convencionales u otros más discretos, como los de zafiro u ortodoncia linguales. También existe la opción de realizar el tratamiento con alineadores transparentes Invisalign.
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Ortodoncia con cirugía ortognática
Los casos con mayor severidad requieren un abordaje diferente y más riguroso. Por ejemplo, en aquellas personas que tienen una grave desviación mandibular o poseen un paladar muy estrecho que les impide comer e incluso tragar con plena normalidad.
Esta situación obliga a que el ortodoncista debe combinar la ortodoncia convencional con un tratamiento quirúrgico de cirugía ortognática.
Con esta mencionada intervención se pueden modificar los huesos maxilares actuando sobre su tamaño y posición. Esto también contribuye a que la cara tenga una estructura armónica y repercute positivamente en la estética y funcionalidad de la sonrisa en el rostro.
El aspecto negativo de esta intervención mandibular es que este tipo de tratamiento supone un proceso de recuperación más largo, complejo y costoso que una simple ortodoncia. Además, hay que contar con el profesional más adecuado para ejecutar esta delicada cirugía.
Clínica Ramis Gandía: tratamos la mordida cruzada
Como hemos explicado en el artículo, la detección temprana de la mordida cruzada es clave para evitar males mayores en la adultez. En la Clínica Dental Ramis Gandía estamos a tu completa disposición para resolver todas tus dudas e inconvenientes relacionados con esta maloclusión dental. Te invitamos a que nos visites y compruebes, junto a nuestros profesionales, la gran calidad y el mejor servicio que como clínica dental te ofrecemos.
¡Estamos a tu disposición!