- Pérdida prematura de los dientes de leche: se refiere a la pérdida tan temprana de los dientes de leche que puede llegar a comprometer el mantenimiento natural del perímetro o longitud de arco y por ende la erupción del diente sucedáneo.
- Pérdida temprana de los dientes de leche: se refiere a la pérdida de dientes primarios antes de la época esperada, pero sin llegar a comprometer el mantenimiento natural del perímetro o longitud de arco.
Es importante reconocer las posibilidades de aliviar una maloclusión con la extracción prematura de dientes temporales.
La pérdida de un molar primario en una etapa muy temprana retrasa la erupción del diente permanente. Mientras que, la pérdida prematura de un primer molar deciduo en una etapa tardía acelera la erupción del permanente y hace innecesaria la conservación de espacio.
Un método exacto para evaluar la erupción retrasada o apresurada es examinar el grado de desarrollo radicular y el hueso alveolar que cubre el diente permanente que no ha brotado, por medio de radiografías panorámicas o periapicales.
El diente sucedáneo empieza a erupcionar cuando ha concluido la primera mitad del desarrollo radicular.
Si hay hueso que recubra la corona, puede predecirse fácilmente que la erupción no se producirá en varios meses. En estos casos es necesario la conservación del espacio, a menos que el diente erupcione a los 6 meses o que haya espacio suficiente en el arco para que la reducción de 1 o 2 mm de espacio y no se ponga en riesgo la erupción del permanente.
Cuando existe falta general de espacio en ambas arcadas, los caninos frecuentemente son exfoliados antes de tiempo, y la naturaleza trata de proporcionar más espacio a los incisivos permanentes que ya han hecho erupción, la conservación de espacio puede resultar contraproducente para el paciente.
Por el contrario, cuando existe una oclusión normal en un principio, y el examen radiográfico revela que no existe deficiencia en la longitud de la arcada, la extracción prematura de dientes primarios debido a caries puede causar una maloclusión, salvo que se utilicen mantenedores de espacio:
«Es aconsejable antes de hacer una exodoncia de dientes deciduos por caries, realizar estudio minucioso de la longitud de arco para determinar la necesidad del uso del mantenedor de espacio de allí la importancia las interconsultas antes del procedimiento con la cátedra de ortodoncia, ayudando al estudiante a tener un criterio respetuoso de las exodoncias prematuras de dientes temporales».
La pérdida del primer o segundo molar primarios, siempre es motivo de preocupación, aunque la oclusión sea normal. Pero si la exodoncia de los molares temporales ocurre después de los 5 años de edad habrá disminución en el retardo de la erupción de los premolares.
La extracción prematura del segundo molar primario causará, con toda seguridad, el desplazamiento mesial del primer molar permanente y atrapará los segundos premolares en erupción. Aún cuando hace erupción el segundo premolar, es desviado en sentido vestibular o lingual hasta una posición de maloclusión. Al desplazarse mesialmente el molar superior, con frecuencia gira, desplazándose la cúspide mesiovestibular en sentido lingual, lo que hace que el diente se incline.
Consecuencias de la pérdida de los dientes de leche
La pérdida temprana de los dientes temporales, en general, produce posiciones inadecuadas de los permanentes, retraso del crecimiento maxilar y posición relativa anómala de los maxilares superior e inferior si no se inician a tiempo medidas de ortodoncia. Las acciones preventivas y la realización de tratamientos conservadores para evitar esta situación, fundamentalmente antes de la erupción de los primeros molares permanentes, son de gran importancia.
Es muy significativa la profilaxis de las caries de los dientes temporales para evitar su pérdida temprana y, en caso de que no se pueda evitar, deben colocarse aparatos mantenedores del espacio para conservar el sitio del permanente respectivo. Al efecto, el estomatólogo debe realizar, a tiempo, una gran labor de tratamiento y obturación de las cavidades de caries y hacer una labor educativa en padres y demás familiares.
Es preciso quitar de la mente de los padres la idea muy arraigada de que “no vale la pena obturar los dientes temporales, porque después se cambian”, hay que hacerles ver la importancia de la conservación de ellos para que mantengan el espacio de los permanentes.