Trastornos de la ATM

Los problemas en la salud originados por los trastornos en la articulación temporomandibular, conocida como trastornos de la ATM, afectan a los músculos y articulaciones de la masticación que conectan la mandíbula inferior con el cráneo.

Nuestro cuerpo trabaja como una unidad completa y no por partes, así que estas afecciones, también conocidas como disfunción temporomandibular, pueden presentar consecuencias en la salud general.

En este post detallamos todo lo referente a los trastornos de la ATM. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la ATM o articulación temporomandibular?

Es la articulación originada desde la parte superior de la mandíbula y el hueso temporal del cráneo. Actúa como una bisagra deslizante y puede manifestar problemas causados por los movimientos que realiza para cumplir su función.

Todas las personas tenemos dos ATM, una en cada lado del rostro, que conectan la mandíbula y el cráneo y nos permiten mover y abrir libremente la boca con normalidad.

Generalmente, una persona debe ser capaz de abrir la cavidad oral con una distancia entre los 40 y 50 centímetros. Para comprobar que la ATM no sufre ninguna complicación, se puede aplicar una sencilla prueba introduciendo verticalmente tres dedos entre los incisivos centrales y los inferiores.

¿Qué son los trastornos de la ATM?

Son afecciones que generan dolor y disfunción en la articulación mandibular y también en los músculos que facilitan el movimiento de la mandíbula. Se dan en el momento en que se contrae la mandíbula y se rechinan los dientes, donde ejerce mayor presión sobre los músculos mandibulares ocasionando inflamación.

La disfunción temporomandibular afecta a la capacidad de comer, hablar, masticar, tragar, realizar expresiones faciales comunes y hasta a la respiración. Más de la mitad de la población padecerá un trastorno de articulación temporomandibular.

Según el estudio “Desórdenes temporomandibulares” realizado en 2016 por la Dirección Asistencial de Sanitas Dental en España, entre un 40 % y un 75 % de la población mundial está en riesgo de padecer algún trastorno de articulación temporomandibular durante su vida, siendo mayor el riesgo en mujeres de entre 15 y 45 años. Las disfunciones de ATM son la segunda causa mundial de trastornos faciales después de los dolores de muelas o dientes.

¿Qué factores ocasionan la disfunción temporomandibular?

La disfunción temporomandibular suele aparecer cuando la persona aprieta o tensiona la mandíbula excesivamente, hábito que normalmente se da por estrés.

Los traumatismos generados por golpes fuertes también se consideran un factor serio en las distorsiones del movimiento de la ATM, y aunque el bruxismo se relaciona con estas disfunciones temporomandibulares, no todos los pacientes las desarrollan.

Otra causa que puede provocar dolores en la ATM es someterse a una cirugía en la que el paciente mantiene la boca abierta por mucho tiempo, por ejemplo la extracción de amígdalas o muelas.

¿Cómo se clasifican los trastornos de la ATM?

Los dentistas han dividido la disfunción temporomandibular en tres categorías:

• Dolor miofascial

Tiene que ver con las molestias o dolores en los músculos que trabajan en el correcto funcionamiento de la mandíbula.

• Desarreglo interno de la articulación

Se trata de un disco desplazado que implica una dislocación de la mandíbula o lesión del cóndilo. Es un elemento que se articula con la base craneal; por su parte el disco tiene la función de amortiguar los movimientos de las piezas articulares.

• Artritis

Engloba a un grupo de trastornos degenerativos o inflamatorios de las articulaciones que ocasionan afectación a la ATM. Precisamente los pacientes con artritis reumatoide son los más propensos a sufrir disfunción temporomandibular frente a pacientes sanos.

¿Cuáles son los síntomas para detectar los trastornos de la ATM?

El principal indicio de que hay problemas con la articulación temporomandibular es el fuerte dolor en los músculos y huesos de la mandíbula. Existen varias señales que sirven de alerta:

• Dolor de hombros y cuello.
• Migraña crónica.
• Rigidez en la mandíbula.
• Bloqueo de la mandíbula o movimientos limitados.
• Crujido o chasquido de la ATM siempre que se abre o cierra la boca.               
• Mala mordida
• Otitis muy fuerte, acompañada de presión o zumbido en los oídos.
• Capacidad auditiva disminuida.
• Problemas de visión y mareos.
• Sensibilidad en las piezas dentales

¿Qué consecuencias tiene la disfunción temporomandibular?

Una persona que sufre trastornos de la articulación temporomandibular tendrá afectaciones muy persistentes en el área de la mandíbula, lo que impedirá el desarrollo de una vida normal en el paciente:

• Problemas en la deglución

Las limitaciones a la hora de comer son uno de los problemas principales, ya que tendrá dificultades para abrir la boca naturalmente, complicando la masticación de los alimentos.

• Fallos en la higiene bucodental

La rutina de limpieza bucal se verá seriamente afectada, ya que seguramente no se llegue a ver las piezas posteriores, lo que dificulta el cuidado de los molares y el trabajo del hilo dental.

• Problemas en el habla

Los pacientes con trastornos de la ATM también sufren de diferentes alteraciones al mover la mandíbula para hablar, ya que la rigidez muscular puede dificultar la pronunciación de algunos fonemas, incluso provocar dolor.

¿Cuáles son los tratamientos para la disfunción temporomandibular?

En ciertos casos los síntomas desaparecen sin necesidad de tratamientos, pero si persisten el odontólogo puede recomendar: 

• Analgésicos y antiinflamatorios

Si el dolor temporomandibular no cede con analgésicos de venta libre, el especialista recetará medicamentos más fuertes por periodo limitado, por ejemplo, ibuprofeno de venta con receta.

• Antidepresivos tricíclicos

Medicamentos como la amitriptilina se utilizan para tratar la depresión, pero en dosis adecuadas se recomiendan para aliviar dolores, controlar el bruxismo y erradicar el insomnio.

• Relajantes musculares

Suelen usarse durante algunos días, o incluso semanas, para aliviar el dolor propio de los trastornos de la ATM por causa de espasmos musculares.

• Férula de descarga

Si la causa determinante es el bruxismo, el especialista recomendará que el paciente utilice una férula de descarga que facilite la relajación de la mandíbula.

• Fisioterapia

Este tratamiento se suma a ejercicios para estirar y fortalecer los músculos mandibulares, incluyendo ultrasonido, hielo y calor húmedo.

• Cirugía artrocentesis

Si los dolores no ceden, es probable que el cirujano maxilofacial o el odontólogo recomienden esta cirugía, que consiste en un procedimiento mínimamente invasivo que inserta pequeñas agujas en la articulación para irrigar líquido a través de ella eliminando los desechos.

• Inyecciones de  toxina botulínica

Las inyecciones de corticosteroides son muy útiles en estos casos. En algunos pacientes se aplica la inyección de toxina botulínica tipo A alrededor de los músculos mandibulares que trabajan en la masticación, solo en el caso de que los trastornos de la ATM sigan siendo evidentes.

• Cirugía de articulación abierta

Si los dolores no se resuelven con los tratamientos convencionales y se detecta que su origen es estructural en la articulación, el cirujano maxilofacial o el odontólogo pueden sugerir esta cirugía, también llamada artrotomía, que consiste en reparar o reemplazar la articulación. Es importante recordar que dicho procedimiento implica más riesgos que otros tratamientos y hay que tener plena conciencia de los procesos de recuperación, detallados previamente por el cirujano maxilofacial u odontólogo.

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