Un traumatismo dental se produce cuando el tejido dental o las áreas blandas de la boca sufren lesiones debido a un golpe o una caída que afecta al diente. Estas lesiones pueden variar en su impacto, pudiendo dañar el esmalte, la dentina, la pulpa dental e incluso causar fracturas en el hueso maxilar.
Los incidentes de este tipo en niños son muy comunes, siendo la segunda causa más frecuente de búsqueda urgente de atención odontológica.
Los traumatismos dentales infantiles son lesiones que afectan a los dientes y los tejidos que los rodean, como las encías, causadas por golpes, caídas, accidentes u otras fuerzas externas. Estas lesiones pueden manifestarse como fracturas dentales, luxaciones o avulsiones, y pueden comprometer tanto a los dientes temporales como a los permanentes. Es crucial buscar atención dental inmediata. El principal objetivo es conservar la salud bucal y restaurar la función y estética de los dientes afectados, contribuyendo así a un desarrollo oral saludable.