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Si tienes niños pequeños con toda seguridad has visto que en alguna ocasión presentan dolor al tragar y ampollas en la boca y garganta que se detectan a simple vista. Si también observamos un sarpullido en la piel, sobre todo en manos y pies, quizás estamos en presencia de un caso de virus de boca, mano y pie.

Este virus es una patología bastante benigna pero muy contagiosa, su origen es vírica y no bacteriana como comúnmente se cree.  Se debe al contagio con el virus coxsackie A16 y ataca a los niños desde los seis meses y hasta los primeros años de escolarización. Pese a esto tiene buen pronóstico y normalmente cede en un período de tiempo de entre 7 y 10 días.

Para los odontopediatras es muy frecuente diagnosticar niños que presentan este problema, pues nuestra especialidad trata de lo facial, del cuello y de la cavidad bucal, ya que ejercemos una ciencia que abarca muchísimo más que piezas dentales. La odontología y la odontopediatría son ciencias dedicadas a la salud.

El coxsackievirus y su contagio

El virus de boca, manos y pies es causado por un virus llamado el Coxsackie A16, que es un enterovirus. Este virus actúa junto a otros gérmenes derivados y hacen que su propagación sea muy común en niños pequeños desde los seis meses al comenzar la edad escolar o la guardería.

Con mucha frecuencia las mamás suelen llevar muy preocupadas a los niños a consulta presentando esta patología. Porque aunque es muy común, benigna y no produce secuelas, se propaga con demasiada facilidad, ya que solo se necesita un estornudo y una gota de saliva con el virus para contagiarse.

El virus de boca, pies y manos se contagia por el contacto con secreciones de la nariz, garganta, gérmenes que vuelan por el ambiente al toser o estornudar y hasta por residuos de heces de la persona enferma en algunas ocasiones. Por esto, siempre es imprescindible tener buenos hábitos de higiene para esta y todas las enfermedades contagiosas. El período de incubación es de 3 a 7 días y los síntomas duran más o menos una semana.

El contagio dura mientras esté presente la lesión bucal y puede repetirse, lo que llamamos recidiva, porque la persona puede inmunizarse para esa cepa, pero existen muchas otras asociadas al mismo virus. También puede atacar con facilidad a personas adultas que por alguna razón están inmunodeprimidas. Además, este virus normalmente suele aparecer en las estaciones de verano y otoño, pero en el caso de los países tropicales puede atacar durante todo el año.

¿Cuáles son los síntomas del virus de boca, pie y mano?

Los síntomas no son preocupantes y desaparecen en menos de una semana con el tratamiento adecuado.

Los principales síntomas del virus boca, pies y manos son:

  • En la boca: se producen lesiones o heridas en el paladar, las mejillas, encías o lengua. Poseen unas características particulares que deben ser diagnosticadas por el especialista.
  • En las manos: suele presentarse un sarpullido rojo, irritación y en algunos casos, según la gravedad, supuraciones en el área de los dedos y las manos.
  • En los pies: las lesiones suelen ser similares a las de las manos, pero se presentan sobre todo en la planta, talón y los dedos de los pies.

Otros síntomas:

El virus de boca, manos y pies suele provocar un cuadro de síntomas similar a los que se presentan en otros virus como la gripe. Los más comunes son:

  • Fiebre que puede tratarse con antipiréticos.
  • Inapetencia, debido a las lesiones bucales.
  • Dolores de cabeza y musculares que se ocasionan debido a la condición febril.
  • Molestias estomacales y náuseas, ya que las lesiones pueden encontrarse internamente en garganta y estómago.
  • Rinitis, porque el virus desarrolla un estado gripal.
  • Dolor de garganta, ya que las lesiones se presentan en partes de la garganta.
  • En ocasiones inflamación de los ganglios debido al virus

Diagnóstico del virus de boca, manos y pie

Si un niño presenta inapetencia y dolor al tragar, lo primero que debemos observar es que las mucosas estén en perfecto estado de salud. Si presentan algún tipo de llagas, vesículas o ampollas debemos acudir al especialista, ya que existen diferentes afecciones y si se administran medicinas que no son las indicadas para el caso, podemos empeorar la situación de los tejidos.

Similitud con otras enfermedades:

El diagnóstico del virus de boca, pie y mano es bastante difícil, porque sus síntomas son comunes a otras patologías. Por esta razón siempre es importante ir a consulta, solicitando ayuda especializada.

Esta patología puede confundirse con otras de sintomatologías similares como:

  • La estomatitis herpética primaria
  • La herpangina
  • El eritema multiforme
  • La varicela
  • La úlcera aftosa recurrente.

Cada una de ellas tiene su particularidad y se trata de modo diferente, por eso es imprescindible que pidamos ayuda cualificada.

¿Cuál es el tratamiento para el virus de boca, mano y pie?

El doctor recomendará a los padres que cuiden la alimentación del niño. Ellos suelen sentir mucho dolor al tragar, por lo que es bueno ofrecerles la alimentación en sopas, purés y natillas para que no lastimen las mucosas afectadas.

Debemos evitar las chucherías y bebidas azucaradas y gaseosas. Manteniendo al niño especialmente hidratado con agua o manzanilla. Es importante mantener una alimentación sana pero nutritiva.

Para las lesiones en la piel el médico suele recetar medicamentos anti prurito y cicatrizantes para la picazón Es importante que mantengamos una higiene permanente a través del lavado continuo y la aplicación de los tópicos que recete el especialista. Si es posible, debemos dejar las lesiones al aire, a menos que supuren y el niño deba estar en contacto con otras personas. En estos casos, es mejor cubrirlas levemente con una gasa.

El tratamiento para el virus de boca, mano y pie suele enfocarse en controlar la fiebre, y luego en curar o aliviar los molestos síntomas en boca, pies y manos.

Suelen recetarse preparaciones tópicas para hacer gárgaras o bien para aplicar en las lesiones. Normalmente son cócteles compuestos de varios elementos como anestésicos para calmar el dolor, antihistamínicos, hidróxido de aluminio y antiinflamatorios entre otros. Aunque es un virus, hay que intentar prevenir la aparición de bacterias oportunistas que pudieran aprovechar para instalarse.

¿Cómo prevenir el contagio del virus de boca, pies y manos?

Los buenos hábitos de higiene son parecidos a los que debemos aplicar para protegernos de otros virus y tratándose de niños debemos tener en cuenta normas de higiene en varios escenarios:

Prevención dentro del hogar:

En el hogar debemos tomar ciertas precauciones cuando alguno de los miembros se contagia con el virus:

  • Aislar a los enfermos hasta que desaparezcan totalmente los síntomas.
  • Mantener el distanciamiento social en un radio de 1,5 metros.
  • Usar mascarilla y guantes.
  • Mantener la higiene y lavado de manos
  • Debemos mantener en perfecta higiene la habitación del enfermo. Lavar muy bien todos los implementos que utilicen como la lencería, toallas y ropas, al igual que todos los utensilios de alimentación e higiene. Tener el sitio muy limpio y aireado
  • Mantener al enfermo lejos de grupos de riesgo como ancianos, personas inmunodeprimidas y embarazadas. En gestantes no se ha comprobado si este virus causa mutaciones en los genes del bebé, por ello es tan importante tener precaución.
  • Las personas encargadas de preparar y servir los alimentos deben tener siempre buenos hábitos de higiene: las manos limpias, los utensilios y las superficies de trabajo pulcras y todo en perfecta higiene.

Prevención en centros escolares para niños:

  • Enseña a los niños a cubrir su boca al estornudar y muéstrales la importancia de lavar sus manos con frecuencia.
  • En guarderías o centros transitados por niños se debe mantener una higiene perfecta en baños y superficies.
  • Utilizar guantes para manipular a los niños y ayudarlos cuando hacen sus necesidades. Si no se hace se puede propagar el virus con mucha facilidad.
  • Limpie y desinfecte los juguetes y materiales de uso común.
  • No permita que compartan alimentos y bebidas. Tampoco los útiles de uso personal cubiertos, vasos, cepillos personales y toallas.
  • Aislar a los niños enfermos y no llevarlos al centro escolar hasta que su salud esté restablecida.

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