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La displasia dentinaria es una anomalía genética poco común que afecta al desarrollo normal de la dentina, uno de los principales tejidos que forman el diente. Aunque su nombre pueda sonar técnico o incluso desconocido para muchas personas, sus consecuencias pueden ser serias si no se detecta y trata a tiempo.

En la Clínica Dental Ramis Gandía trabajamos con un enfoque integral y multidisciplinar para diagnosticar y tratar enfermedades raras del desarrollo dental, como la displasia dentinaria, ofreciendo soluciones personalizadas y preventivas que mejoran la calidad de vida de nuestros pacientes.

En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la displasia dentinaria: qué es, cómo se clasifica, qué síntomas presenta, cómo se diagnostica y qué opciones de tratamiento existen actualmente.

¿Qué es la displasia dentinaria?

La displasia dentinaria es un trastorno hereditario que afecta a la dentina, la capa interna del diente que se encuentra justo debajo del esmalte. Esta alteración provoca un desarrollo anómalo de la estructura dentinaria y de las raíces dentales, lo que puede dar lugar a dientes con apariencia normal, pero con raíces muy cortas, ausentes o con formas irregulares.

Se trata de una enfermedad poco frecuente que suele heredarse de forma autosómica dominante, lo que significa que basta con que uno de los padres transmita el gen afectado para que el hijo la desarrolle. Afecta tanto a la dentición temporal como a la definitiva.

Tipos de displasia dentinaria

Existen dos tipos principales de displasia dentinaria, que se diferencian por su localización, apariencia clínica y radiográfica:

Displasia dentinaria tipo I (radicular)

Es la forma más común y afecta principalmente a la raíz de los dientes. Aunque la corona dental puede parecer completamente normal, las raíces son extremadamente cortas o inexistentes. Esto provoca una movilidad dental anormal y, en muchos casos, la pérdida prematura de dientes, incluso en ausencia de caries.

En las radiografías, los dientes presentan cámaras pulpares obliteradas y quistes periapicales frecuentes, aunque no exista infección visible.

Displasia dentinaria tipo II (coronal)

Es menos frecuente y suele afectar sobre todo a los dientes temporales. En este caso, las coronas pueden tener un aspecto opalescente o ámbar, similar a lo que se observa en la dentinogénesis imperfecta. A diferencia del tipo I, las raíces están relativamente bien formadas, aunque también pueden presentarse alteraciones en la estructura de la dentina y pulpas agrandadas o en forma de “flor de campana”.

Causas de la displasia dentinaria

La displasia dentinaria es un trastorno genético, lo que significa que se origina por una mutación heredada en los genes responsables del desarrollo dental. Aunque aún no se conocen con exactitud todos los mecanismos que la provocan, se ha identificado su vínculo con alteraciones en los genes implicados en la formación de dentina.

En algunos casos, puede aparecer de forma esporádica, sin antecedentes familiares, lo que complica su diagnóstico precoz. Es fundamental realizar un estudio detallado si existen antecedentes de pérdida dental inexplicada o anomalías radiográficas en la familia.

Síntomas de la displasia dentinaria

Uno de los grandes retos de la displasia dentinaria es que muchas veces pasa desapercibida hasta que aparecen complicaciones. Los dientes pueden tener un aspecto normal, especialmente en el tipo I, lo que retrasa el diagnóstico.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Pérdida prematura de dientes, tanto temporales como definitivos, sin signos visibles de caries.
  • Movilidad dental excesiva, incluso en dientes sanos.
  • Dolor o inflamación ocasional por la formación de quistes o abscesos en la raíz.
  • Alteraciones en la coloración dental, especialmente en la displasia tipo II (color ambarino).
  • Ausencia de cámaras pulpares o raíces en las radiografías.
  • Malformaciones radiculares visibles en estudios de imagen.

¿Cómo se diagnostica la displasia dentinaria?

El diagnóstico de la displasia dentinaria se basa en una combinación de examen clínico, antecedentes familiares y pruebas de imagen, principalmente radiografías panorámicas y periapicales.

En la Clínica Dental Ramis Gandía utilizamos tecnología digital avanzada, como escáneres intraorales y radiología 3D, para detectar incluso las alteraciones más sutiles en la estructura dental.

El diagnóstico precoz permite planificar tratamientos preventivos que pueden mejorar significativamente el pronóstico de los dientes afectados.

Tratamientos para la displasia dentinaria

Actualmente, no existe un tratamiento que revierta la displasia dentinaria, pero sí se pueden aplicar distintas soluciones para mantener la funcionalidad y estética dental el mayor tiempo posible.

Prevención y mantenimiento

El objetivo principal es conservar los dientes el mayor tiempo posible:

  • Revisiones periódicas para monitorizar la evolución.
  • Higiene bucodental estricta.
  • Selladores y flúor para prevenir caries.
  • Evitar traumatismos y hábitos perjudiciales.

Restauraciones

En casos de desgaste o fractura, se pueden emplear restauraciones con composite, coronas o carillas para mejorar la estética y proteger la estructura dental restante.

Ortodoncia

La ortodoncia puede ser complicada en pacientes con displasia dentinaria tipo I, debido a la falta de raíces. En algunos casos es necesario descartar esta opción o limitarla a tratamientos muy suaves y controlados.

Implantes dentales

Cuando los dientes se han perdido, los implantes pueden ser una alternativa. No obstante, es fundamental valorar si hay suficiente hueso disponible y si el desarrollo óseo es adecuado, especialmente en pacientes jóvenes.

Prótesis removibles

En casos severos donde se han perdido muchas piezas, se pueden utilizar prótesis parciales removibles o sobredentaduras como solución funcional y estética.

¿Qué pasa si no se trata la displasia dentinaria?

Ignorar la displasia dentinaria puede conllevar:

  • Pérdida progresiva de piezas dentales.
  • Dificultades para masticar o hablar correctamente.
  • Infecciones recurrentes y quistes periapicales.
  • Problemas psicológicos asociados a la estética dental.
  • Complicaciones en el desarrollo óseo maxilar.

Un diagnóstico y tratamiento tempranos son clave para minimizar las consecuencias a largo plazo.

¿La displasia dentinaria tiene cura?

La displasia dentinaria no tiene cura definitiva, ya que es una enfermedad genética. Sin embargo, con una atención odontológica especializada y continuada, es posible llevar una vida completamente normal y mantener una sonrisa sana y funcional. 

En Ramis Gandía apostamos por una odontología preventiva, individualizada y basada en la evidencia científica. Cada paciente recibe un plan de tratamiento personalizado que se adapta a su caso y evolución clínica.

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