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¿Sientes una sensación de ardor en la lengua o el paladar sin una causa aparente? ¿Esa molestia se intensifica a lo largo del día y no encuentras alivio con enjuagues ni analgésicos? Podrías estar sufriendo síndrome de la boca ardiente, una afección oral compleja y muchas veces infradiagnosticada.

Los casos de dolor bucal crónico sin causa aparente son más comunes de lo que parece, y uno de los cuadros más frecuentes dentro de esta categoría es precisamente el síndrome de la boca ardiente.

En este artículo te explicamos qué es, qué lo causa, cómo se manifiesta y qué opciones de tratamiento existen.

¿Qué es el síndrome de la boca ardiente?

El síndrome de la boca ardiente (SBA), también conocido como “burning mouth syndrome” (BMS), es un trastorno caracterizado por una sensación crónica de ardor o quemazón en la boca, sin que existan lesiones visibles u otras patologías orales que lo justifiquen.

Esta afección puede afectar a cualquier zona de la cavidad oral, aunque lo más común es que la sensación se localice en la lengua, el paladar, los labios o las encías. Lo más frustrante para quienes lo padecen es que las exploraciones dentales y médicas suelen ser normales, lo que puede retrasar el diagnóstico y generar una gran carga emocional.

¿A quién afecta el síndrome de la boca ardiente?

El síndrome de la boca ardiente puede aparecer en personas de cualquier edad, pero es más frecuente en mujeres, especialmente en la etapa de la menopausia o en edades superiores a los 50 años. Se estima que entre un 1% y un 5% de la población puede sufrir este trastorno en algún momento de su vida. 

No obstante, el SBA no es exclusivo de mujeres ni de personas mayores. También se han documentado casos en hombres, personas jóvenes y pacientes con enfermedades autoinmunes o trastornos de ansiedad.

Síntomas del síndrome de la boca ardiente

El síndrome de la boca ardiente se manifiesta como una sensación constante o intermitente de ardor, picor o quemazón en la cavidad oral. A diferencia de otras afecciones bucales, no hay signos clínicos evidentes (como úlceras, infecciones o lesiones), lo que puede hacer que tanto el paciente como los profesionales de la salud tarden en identificarlo.

Los síntomas más habituales son: 

  • Sensación de ardor en lengua, labios, paladar o encías. 
  • Sequedad bucal (xerostomía), a pesar de tener producción normal de saliva. 
  • Alteraciones del gusto (sabor metálico o amargo). 
  • Sensación de hormigueo o entumecimiento. 
  • Malestar que empeora a lo largo del día. 
  • Mejora temporal durante las comidas o al beber líquidos. 

Es importante destacar que el síndrome de la boca ardiente no causa daño físico en los tejidos orales, pero el impacto sobre la calidad de vida puede ser considerable. 

Causas del síndrome de la boca ardiente

El origen del síndrome de la boca ardiente es multifactorial y puede variar de un paciente a otro. A veces, no se encuentra una causa específica, lo que da lugar a lo que se conoce como SBA primario o idiopático. En otros casos, se identifica una causa subyacente, y hablamos entonces de SBA secundario.

Causas locales

  • Alergias a materiales dentales (prótesis, amalgamas, etc.). 
  • Irritación por pastas dentífricas o enjuagues. 
  • Hábitos parafuncionales (como morderse la lengua o el interior de las mejillas). 

Causas sistémicas

  • Menopausia y cambios hormonales.
  • Deficiencias nutricionales (vitaminas del grupo B, hierro, zinc).
  • Diabetes mellitus.
  • Hipotiroidismo.
  • Síndrome de Sjögren.
  • Infecciones por hongos como la candidiasis oral (aunque esta suele mostrar signos visibles).

Causas neurológicas y psicológicas

  • Trastornos del sistema nervioso periférico o central. 
  • Ansiedad, estrés o depresión. 
  • Trastornos del sueño o fatiga crónica. 

¿Cómo se diagnostica el síndrome de la boca ardiente?

El diagnóstico del síndrome de la boca ardiente es clínico y se basa principalmente en los síntomas del paciente, ya que no existen pruebas específicas que lo confirmen de manera directa. En la Clínica Dental Ramis Gandía, realizamos una exploración exhaustiva para descartar otras causas que puedan justificar el malestar.

Algunas de las pruebas que se pueden solicitar incluyen:

  • Analítica de sangre para detectar deficiencias o enfermedades sistémicas. 
  • Cultivo de saliva para descartar infecciones fúngicas. 
  • Pruebas de alergia a materiales dentales. 
  • Revisión de medicamentos que puedan causar xerostomía. 
  • Valoración psicológica, si se sospecha de un componente emocional. 

El objetivo es siempre descartar otras patologías y llegar a un diagnóstico certero que permita aplicar el tratamiento más adecuado. 

Tratamiento del síndrome de la boca ardiente

El tratamiento dependerá de si se identifica una causa subyacente o no. En el caso de SBA secundario, abordar la causa puede resolver o aliviar los síntomas. Cuando no se encuentra una causa específica (SBA primario), el tratamiento se centra en el control de los síntomas.

Corrección de factores locales

  • Ajuste de prótesis dentales mal adaptadas. 
  • Cambiar productos de higiene oral (pastas y colutorios suaves, sin lauril sulfato). 
  • Eliminación de materiales que puedan causar alergias. 

Tratamiento médico

  • Suplementación con vitaminas y minerales si hay deficiencias. 
  • Medicación para controlar el dolor neuropático (como clonazepam, gabapentina o amitriptilina). 
  • Terapias sustitutivas hormonales en mujeres menopáusicas (previa valoración médica).

Tratamiento psicológico

  • Terapias cognitivo-conductuales.
  • Técnicas de relajación y mindfulness. 
  • Apoyo emocional para manejar el estrés o la ansiedad. 

Cuidados paliativos y medidas de apoyo

  • Sustitutos salivales o productos para mejorar la hidratación bucal. 
  • Chicles sin azúcar o caramelos para estimular la saliva. 
  • Lubricantes orales antes de dormir. 

El tratamiento del síndrome de la boca ardiente suele requerir un enfoque interdisciplinar, y en muchos casos el alivio es gradual, no inmediato. Por eso es fundamental el acompañamiento profesional durante todo el proceso.

Consejos para convivir con el síndrome de la boca ardiente

Aunque el síndrome de la boca ardiente no tiene una cura definitiva, sí es posible mejorar significativamente la calidad de vida con ciertos hábitos y cambios en el estilo de vida:

  • Evita el alcohol, el tabaco y los alimentos picantes. 
  • Hidrátate con frecuencia, aunque no tengas sensación de sed. 
  • Utiliza colutorios sin alcohol y pastas dentífricas suaves. 
  • Realiza ejercicios de relajación para reducir la tensión nerviosa. 
  • Mantén una rutina de sueño adecuada. 
  • Lleva un diario de síntomas para detectar patrones y desencadenantes. 

El síndrome de la boca ardiente es una condición compleja que puede tener un impacto significativo en la salud emocional y física de quienes lo padecen. Aunque no siempre es fácil de diagnosticar ni de tratar, en la Clínica Dental Ramis Gandía estamos comprometidos con un enfoque integral que combina diagnóstico preciso, acompañamiento profesional y tratamientos personalizados.

¿Sientes ardor en la boca sin una causa clara? No lo ignores. Pide cita con nuestro equipo y te ayudaremos a recuperar tu bienestar oral.

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