Nuestra mandíbula es el pilar central de nuestra sonrisa y un elemento clave en nuestra apariencia facial. Desafortunadamente, este hueso está expuesto a una variedad de trastornos que pueden comprometer su función estética. La ortodoncia, una especialidad dental enfocada en la alineación de los dientes y la corrección de las maloclusiones, ha demostrado ser un tratamiento eficaz para muchas de estas patologías.
En este artículo, exploraremos las patologías más comunes de la mandíbula y cómo el tratamiento de ortodoncia puede ayudar a prevenirlas o corregirlas.
¿Qué son las patologías mandibulares?
Las patologías mandibulares son un conjunto de trastornos que afectan a la estructura y función de la mandíbula, así como a las articulaciones temporomandibulares (ATM), que conectan la mandíbula con el cráneo. Estas afecciones pueden manifestarse de diversas formas, desde dolor leve hasta discapacidades significativas.
¿Cuáles son las causas más comunes?
Las causas son variadas y puede actuar de forma aislada o combinada. A continuación, te presentamos las más comunes:
- Desgaste natural: el paso del tiempo y el uso constante de la mandíbula pueden provocar desgaste en las articulaciones y los dientes.
- Malformaciones congénitas: anomalías en la estructura de la mandíbula presentes desde el nacimiento, como la micrognatia (mandíbula pequeña) o el prognatismo (mandíbula prominente).
- Enfermedades reumáticas: condiciones como la artritis reumatoide o el lupus pueden inflamar las articulaciones temporomandibulares.
- Tumores: crecimientos anormales en los tejidos de la mandíbula, tanto benignos como malignos.
- Enfermedades sistémicas: condiciones como la diabetes o la osteoporosis pueden debilitar los huesos y predisponer a las patologías mandibulares.
- Traumatismos: golpes, fracturas, luxaciones, causadas por accidentes, deportes de contacto o caídas.
- Bruxismo: hábito de apretar o rechinar los dientes, que puede causar desgaste dental, dolor muscular y articular.
- Hábitos parafuncionales: morderse las uñas, morder objetos, respirar por la boca.
- Estrés: el estrés crónico puede contribuir al bruxismo y a la tensión muscular en la zona de la mandíbula.
- Posturas incorrectas: mantener una postura incorrecta durante largos períodos puede generar tensión en los músculos masticatorios y afectar a la articulación temporomandibular.
¿Cuáles son las principales patologías mandibulares?
Las principales patologías mandibulares incluyen:
Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM)
Esta condición afecta a la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo, causando síntomas como dolor facial, dificultad para masticar, chasquidos o bloqueo en la mandíbula.
Maloclusiones dentales
Las maloclusiones son problemas en la alineación de los dientes que afectan la mordida. Entre las más comunes se encuentran la sobremordida, la submordida, y la mordida cruzada, que pueden llevar a un desgaste desigual de los dientes y a problemas en la ATM.
Asimetrías mandibulares
Se refiere a la desproporción en el crecimiento de los huesos mandibulares, lo que puede causar una desviación de la mandíbula, afectando la estética facial y la función masticatoria.
Bruxismo
Este trastorno, caracterizado por el rechinamiento o apretamiento involuntario de los dientes, puede provocar dolor mandibular, desgaste dental y disfunción en la ATM.
Fracturas mandibulares
Lesiones que resultan de traumas directos en la mandíbula, las cuales pueden requerir cirugía para restaurar la función y la estética.
Infecciones mandibulares
Como la osteomielitis, una infección en el hueso mandibular que puede causar dolor severo, hinchazón y fiebre, y que suele requerir tratamiento con antibióticos o cirugía.
Quistes y tumores mandibulares
Aunque menos comunes, los quistes y tumores pueden desarrollarse en la mandíbula, generando dolor, hinchazón y cambios en la estructura ósea.
¿Cómo puede la ortodoncia ayudar a prevenir o corregir las patologías mandibulares?
La ortodoncia juega un papel fundamental en la prevención y corrección de estas patologías. Al alinear los dientes y corregir las maloclusiones, se busca restablecer la función masticatoria y mejorar la salud bucodental a largo plazo. Aquí te explicamos cómo:
Corrección de maloclusiones
La ortodoncia se encarga de alinear los dientes y corregir la mordida, lo que ayuda a distribuir de manera uniforme las fuerzas masticatorias. Esto previene el desarrollo de trastornos en la articulación temporomandibular (ATM) y reduce el riesgo de desgaste dental anormal.
Mejora de la función masticatoria
Al corregir la alineación de los dientes y la mordida, la ortodoncia optimiza la función masticatoria, lo que disminuye el estrés en la mandíbula y evita sobrecargas que puedan causar dolor o disfunción en la ATM.
Prevención de asimetrías mandibulares
En casos de crecimiento desigual de la mandíbula, el tratamiento de ortodoncia, en combinación con otros enfoques como la cirugía ortognática, puede guiar el desarrollo óseo adecuado, mejorando la simetría facial y la función de la mandíbula.
Reducción del bruxismo
Si bien el bruxismo tiene diversas causas, la ortodoncia puede ayudar a corregir las maloclusiones que lo exacerban. Al lograr una mejor alineación dental, se reduce la tensión en los músculos de la mandíbula, minimizando el rechinamiento y apretamiento de dientes.
Prevención de problemas futuros
Un tratamiento ortodóntico temprano en niños y adolescentes puede corregir problemas en desarrollo, evitando complicaciones mayores en la adultez, como maloclusiones severas o problemas crónicos en la ATM.
Mejora la estética y la autoestima
Más allá de los beneficios funcionales, la ortodoncia también mejora la apariencia facial, lo que tiene un impacto positivo en la autoestima del paciente. Esto, a su vez, puede reducir la tensión emocional que contribuye a hábitos perjudiciales como el bruxismo.
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